Las Coffee Shop son aquellos lugares, muy comunes en los PaÃses Bajos, donde el Estado autoriza la venta y el consumo de drogas blandas, en pequeñas cantidades. Todo esto es posible porque la polÃtica vigente en este paÃs ha legalizado el consumo de drogas blandas.
Los Coffee Shop, en cambio, no se encuentran en las calles de Praga y en la República Checa en general, a pesar de que la ley en la materia es bastante liberal, pero no tanto como en Holanda, donde hay poco más de 700, la mayorÃa de los cuales están ubicados en la ciudad de Amsterdam.
Leyes de drogas en la República Checa
La primera polÃtica de drogas en la República Checa se produjo tras el fin del comunismo, que coincidió con la caÃda del Muro de BerlÃn en 1989.
Posteriormente, en 2009, la ley experimentó una verdadera renovación y, en 2010, entraron en vigor leyes menos restrictivas que, sobre todo al principio, no fueron acogidas con gran entusiasmo, pues se consideraban demasiado a favor de quienes consumen drogas ilegales.
Además, desde abril de 2013, el paÃs legalizó y reguló el uso del cannabis con fines terapéuticos, por lo que esta sustancia podrÃa ser prescrita para el tratamiento de algunas enfermedades, a veces incluso graves.
La ley, que todavÃa está en vigor en la República Checa, establece que la posesión de “pequeñas cantidades” de drogas blandas se considera un delito menor, punible con una multa simple.
La ley actual sobre posesión de drogas prevé, por tanto, una multa de 15.000 coronas checas (600 euros) y la incautación de la cantidad que se encuentre en posesión de quienes hayan sido detenidos, si la droga supera ciertos lÃmites.
LÃmites de posesión de drogas blandas
Las cantidades de drogas blandas que pueden tener quienes viven o están de visita en Praga son: